sábado, 25 de febrero de 2012

El derecho de soñar / Rättigheten till att drömma


Se llamaba Leonel, Elián, Lázaro o Filiberto, aunque su nombre sea una anécdota. Quizá a su edad no sepa que cada día miles de niños mueren de hambre. Tampoco comprenderá hasta dentro de varios años que muchos de los que lograron escaparle a la muerte vivirán eternamente marginados, sin posibilidad de educarse, sin la posibilidad de pensar. El todavía no es consciente de que los niños con mala alimentación durante la infancia sufren secuelas por el resto de su vida. Es verdad, creo que él quisiera un play station, unas zapatillas Nike y muchas de esas cosas que abundan en los países de quienes visitamos Cuba. Y no vamos a juzgarlo porque lo quiera...

La juventud es el motor de las sociedades, es quien propone el cambio, es quien lucha por un futuro mejor, es quien decide salir del molde del conformismo a pelear por sus derechos. Esos derechos que no mendigaron sino que arrancaron los 82 soñadores del yate Granma. Ellos también soñaron por un mundo más justo, y para tener un mundo mas justo hay que empezar por tu aldea. Y cuando los Estados Unidos puedan garantizarle a sus niños -y a los de los países a los que ataca sistemáticamente- los derechos que esa pequeña isla bloqueada garantiza a los suyos, entonces me volveré el mayor imperialista.

Esta foto fue hecha en un barrio de La Habana cerca de las siete de la tarde. Él, como decenas de niños, jugaba libre en la calle tras haber pasado el día en la escuela. No le preguntamos si había sido así pero tampoco hacía falta. En Cuba todos los niños asisten a la escuela, sin importar la clase social a la que pertenezcan. Ninguno está condenado a la exclusión, a nadie le han robado el derecho a pensar. Es verdad, no tienen play station, pero ninguna madre parecía preocupada porque su hijo esté en la calle entre extraños como nosotros.

Es verdad, no tienen play station, pero cualquier tratamiento de salud es garantizado a sus habitantes, aun si tu padre maneja un bicitaxi, como Alain (*). Es verdad, no tienen play station, pero el crack no destruirá sus neuronas, podrán leer mil veces El Principito si así lo desean, hasta que el zorro los domestique. ¡Es verdad! No tienen play station como los niños de buenas familias en el resto del mundo, donde la calidad de vida se mide por la cantidad de bienes que una persona puede adquirir y el éxito está reflejado en cuanto se engrosa mes a mes la cuenta bancaria. Lo que es verdad es que a esta altura es tiempo de pensar que calidad de vida es otra cosa.

Juan Ignacio Montero Bolognini

(*) Conocimos a Alain en la puerta de la Embajada de España en La Habana. Su trabajo era manejar un Bicitaxi, uno de los tantos medios de transportes precarios que tiene la isla. Era crítico del sistema cubano y quería exiliarse a España. Nos contó que su hija tenía un extraño problema físico que le impedía caminar con normalidad, pero el estado pagaba la mayor parte de su tratamiento y ella estaba siendo atendida por médicos especialistas del país.
—¿Por qué querés irte de Cuba? —le preguntamos.
—Para poder comprarle cosas a mi hija.

[Noviembre 2011. La Habana, Cuba]

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Han hette Leonel, Elián, Lázaro eller Filiberto, även om hans namn är en anekdot. Möjligtvis vid hans ålder vet han inte om att varje dag dör tusentals barn av hunger. Han kommer inte heller att veta förrän inom flertalet år att många av dem som lyckades fly undan döden, för evigt kommer att leva utstötta, utan möjlighet till att utbilda sig, utan chans till att tänka. Han är inte medveten om att barn med dålig föda under barndomen lider av påföljder under resten av livet. Visst är det sant, att han skulle vilja ha en playstation, ett par Nike-skor och många av de sakerna som överflödar i länderna som Kubas besökare kommer ifrån. Och vi ska ju inte dömma dem för att vilja besöka detta land...

Ungdomen är samhällets motor, det är den som föreslår förändringar, den som kämpar för en bättre framtid, den som bestämmer sig för att överge konformismens gjutform och slåss för sina rättigheter. De rättigheterna som de inte bad om, utan som satte iväg de 82 drömmarna på yachten Granma. De drömde också om en rättvisare värld, och för att ha en rättvisare värld måste man börja på hemmaplan. Och när USA kan garantera sina barn –  och de länderna som de systematiskt attackerar – de rättigheter som denna lilla blockerade ö garanterar sina egna, då kommer jag att bli den största imperialisten.

Detta fotografi togs i en stadsdel i Havanna vid sjutiden på eftermiddagen. Han, precis som tiotals barn, lekte fritt på gatan efter att ha kommit hem från skolan. Vi frågade inte om det verkligen låg till så, men å andra sidan behövdes det inte. I Kuba går varje barn till skolan, utan att det brys om till vilket socialt skick de tillhör. Inget av barnen är dömt till uteslutning, ingen har blivid berövad rättigheten till att tänka. Visst är det sant, de har inte playstation, men ingen av mödrarna verkade orolig för att deras barn lekte på gatan bland okända som vi.

Visst är det sant, de har ingen playstation, men vilken som helst hälsobehandling garanteras dess invånare, även om ens pappa är bicitaxi-chaufför, som Alain (*). Visst är det sant, de har ingen playstation, men crack kommer inte att förstöra deras hjärnceller, de kommer att kunna läsa tusentals gånger Lille Prinsen om de så vill, tills räven tämjer dem. Visst är det sant! De har ingen playstation som barnen från fina familjer i resten av världen har, där livskvaliteten mäts utifrån den mängd tillgångar en person kan ha och framgången reflekteras i hur plånboken månadsvis växer. Det som är sant är att vid detta lag är det dags att tänka på att livskvaliteten är en annan sak.

Juan Ignacio Montero Bolognini

(*) Vi lärde känna Alain vid ingången till den spanska ambassaden i Havanna. Hans arbete går ut på att cykla på en bicitaxi, ett av de många enkla transportmedel som ön har. Han var kritisk till det kubanska systemet och ville gå i exil i Spanien. Han berättade för oss att hans dotter har ett sällsynt fysiskt problem som förhindrar henne att gå på ett normalt vis, men staten betalade hennes behandling och hon blev omhändertagen av specialiserade läkare i landet. 
– Varför vill du åka ifrån Kuba?, frågade vi honom.
– För att kunna köpa saker till min dotter.

[November 2011. Havanna, Kuba]

8 comentarios:

  1. Gracias, gracias, gracias a los tres. Juani sos crack, me encantó, casi me haces llorar. Abrazo revolucionario!

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  2. Los adultos son muy extraños... El Principito.

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  3. AMERICA ES DONDE CONSTRUIREMOS UN MUNDO MEJOR, AMERICA SERA SIN DUDA LA MADRE QUE VERA CRECER EL SUEÑO COMUNISTA Y SERA TAMBIEN LA PRIMERA EN VER EL CEPELIO DEL CADUCO HE INSOSTENIBLE SISTEMA CAPITALISTA... REVOLUCION O MUERTE... VENCEREMOS!!!

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  4. Afirman y confirman que el pueblo cubano muere de hambre, con tanta vehemencia como que cada mañana sale el sol.
    Todos -allá y acá- sabemos que es mentira. Como tampoco es cierto, como se ha llegado a afirmar en el colmo de la más delirante exageración, que los cubanos deambulan por las calles de la isla famélicos, desnutridos a punto de desfallecer en el asfalto.
    Y seguramente quieran una playstation, unas Nike...y no vamos a juzgarlos, claro. Sólo el libre acceso a esos bienes nos permite idolatrar las fuerza del pueblo cubano en su lucha por la libertad.

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  5. Que orgullo profundo siento por este texto, la foto, en definitiva la auténtica mirada que han dado sobre Cuba.
    Los medios, que ya sabemos a quien responden, se han encargado de tergiversar la verdadera epopeya que este pueblo, de esta islita ,le lleva ganando al gigante que duerme su sueño de gloria malhabida .Gracias Vicky y Juani.La opinion de ustedes es muy importante para mi.

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  6. Ufff que lindo...excelente escrito y la descripción de lo que realmente es importante en esta vida !La foto...bellísima como su autora!

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  7. Juani:Siempre me sorprendes y eso es lo maravilloso que tenes.Leyendo esto recorde que ayer estaba en el subte y veia a unos niños de la edad de mis sobrinos que vendian lapiceras y senti una enorme tristeza. En ese instante pense que esos nenes estaban en el lugar equivocado. Tendrian que estar en la escuela o jugando haciendo cosas de niños. Te confieso que senti una pena en mi corazon.
    Creo que es hora de hacer algo por ellos, y crear conciencia. Ayudarlos a crecer y a evolucionar.Sin importar la nacionalidad, sin importar la raza o religion.
    Para evitar que los niños mueran de hambre, desnutricion infantil, no tengan que trabajar siendo niños, ni caigan en drogas y puedan acceder a tener educación para poder pensar y poder decidir y ser libres , a tener un doctor cuando se enferman, a poder alimerntarse, a que crezcan con amor y con valores, y por sobre todo disfrutar de su niñez.
    Si cada uno hacemos algo por mas pequeño que sea podemos hacer algo grande.
    Desde cada lugar, desde cada pais..... Eso nos ayuda a crecer y a evolucionar como personas pero fundamentalmente como sociedad.


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